lunes, 30 de abril de 2012

El empate beneficia más a Blooming



Es cierto, en los empates pocos festejan, pocos se alegran porque el objetivo siempre es ganar, aunque está claro que el 2-2 de anoche en el clásico 158 de la Liga, le dejó un mejor sabor a Blooming. Más allá de que la academia hubiera perdido la punta con la igualdad, sigue en franca lucha por el título, en cambio Oriente pierde gran parte de sus posibilidades a cuatro fechas del final del Clausura. No es que Oriente hubiera jugado mal, pero no supo administrar el marcador a favor, ni tampoco liquidar pese a dominar el partido.
El resumen global establece un control de la pelota de Oriente, pero sin ser efectivos, además sufriendo en demasía en los balones aéreos, punto fuerte de esta academia que sabe de sus limitaciones, pero que explota al máximo esas armas que ha logrado estructurar con Néstor Clausen a la cabeza. Gran primer tiempo de Alcides Peña y Marcelo Aguirre por el lado albiverde, y de Enrique Díaz y Sergio Galarza en los celestes; por cierto, si hay un culpable de que el duelo quedara igualado, fue el ‘Mono’, que sigue rayando a gran nivel bajo los tres palos.
Pero vamos al partido. En esa primera parte el clásico fue emotivo, eufórico por los cuatro goles. Es cierto, Oriente pudo haberse ido en ventaja tras las opciones desperdiciadas por Mojica y Aguirre, pero no marcó y el 2-2 dejó con más bronca a los albiverdes que a los celestes. El clásico, como espectáculo, era prometedor. Es que a los seis minutos Oriente se puso en ventaja; un zapatazo de Aguirre clavado en el ángulo izquierdo de Galarza hacía presumir lo que se venía, encima, Mojica puso el 2-0 parcial (19’) tras perfecta habilitación del incontrolable Alcides Peña.

Blooming dudaba, no lograba tener la pelota porque el medio era de Mojica y de Raymonda, que metía perfectos pases entre líneas, la que tenía descontrolada a la defensa celeste. Pero apareció ‘San’ Boyero para que Blooming comenzara a creer. La ‘Jirafa’ (23) cabeceó de primera un tiro de esquina y la pelota fue a morir a las redes del arquero Óscar Antelo. Era el momento de la academia, que continuó su galope pese a no jugar fino, y cuando menos esperaban los de Oriente, Sacripanti (33’) igualó de cabeza tras centro de Verduguez.


Ese gol le dio a Blooming la posibilidad de creer e inquietó luego con una arremetida de Hernán Boyero que había superado en el duelo individual al ‘Gato’ Zabala. Pero antes de que finalizara esa primera etapa, Peña y después Aguirre desperdiciaron el tercer gol albiverde: el primero tras cierre oportuno de Galarza y el segundo rematando desviado tras quedarle la pelota servida. En el complemento no fue un partido tan emotivo, aunque ambos tuvieron chance de liquidar; Aguirre, a los 50’ y 53’ por poco marca, pero el ‘Mono’, figura indiscutible del encuentro, le sacó el balón prácticamente de la raya.
El control de esa etapa fue de los albiverdes, aunque sin lastimar, porque Peña participó poco y porque además Mojica y Raymonda ya no estuvieron tan finos. Encima, el fútbol se afeó porque Peter Guerrero abusó demasiado cortando el juego provocando la bronca en la casamata albiverde. Blooming ya tenía asumido que iba a jugar al contragolpe y lo hizo sin inconvenientes; Clausen envió a la cancha a Óscar Díaz y después a Vazzoler para que alimentara a los atacantes, y el chapaco Díaz por poco genera el ansiado tercer gol celeste ya que tras un perfecto centro, Boyero le ganó la posición a Zabala, cabeceó cruzado y la pelota fue al parante de Óscar Antelo.
En la tribuna los hinchas enloquecían; es que Blooming estuvo tan cerca del desnivel que no podían creerlo. Por arriba la academia siempre fue superior: en cada tiro de esquina o jugada de balón parado superaron a los albiverdes. Y a la hora de defenderse vale para destacar a Enrique Díaz, que fue una especie de ‘bombero’ tras los yerros de Ronald Rivero que por momentos fue ampliamente superado por Peña en el mano a mano.
Al final y pese a tener el control del juego, Oriente no pudo desnivelar; el remate de Peña que salió a un costado fue lo último. El partido acabó y a Blooming le cayó mejor. Al fin y al cabo, siguen en la pelea.

Dos de gran talla
En Blooming Ricardo Verduguez y en Oriente Marcelo Aguirre. Gran trabajo de ambos sobre todo al momento de generar juego ofensivo. Aguirre comenzó como una tromba con el golazo a los 6’ y después fue de los pocos que se animaron a hacer diagonales y a buscar el espacio para inquietar a Galarza. Verduguez no desentonó, encaró cuando tuvo espacio e intentó habilitar en más de una ocasión al siempre peligroso Boyero.
Es mérito también del ‘Cangurito’ el adaptarse rápidamente a lo que le encomienda Clausen ya que de marcar por el carril izquierdo pasó a ser un hombre de ataque, de presión en la mitad de la cancha y de llegada certera. En más de una ocasión provocó la molestia de Wílder Zabala porque le costó controlarlo en velocidad.
En los pies de Aguirre también estuvo la desigualdad, pero el argentino falló sobre el filo de la primera etapa y luego a los 53’ Galarza le impidió gritar un nuevo gol. Hace varios partidos que el rosarino viene bien y su fútbol le ha permitido a Oriente ser más rápido.
El resultado al final fue de empate, pero la academia se fue sonriente. “Destaco la hombría para levantarse”, dijo Clausen y, en ese sentido, uno de los hombres clave fue Verduguez. Aunque, claro, es para anotar a Galarza y Boyero.

Pese a todo, punto alto a los hinchas
Cerca de 18 grados de temperatura pero igual estadio repleto. Los hinchas no defraudaron a la mayor fiesta del fútbol cruceño y abarrotaron las graderías del Tahuichi en el clásico 158 de la historia liguera. Y no solo fue eso, porque también hubo espectáculo con el recibimiento a ambos equipos con el color que le dieron pese al frío y a las quejas por el costo de las entradas.
Poco antes de que se iniciara el juego, los hinchas celestes sorprendieron con un bosque de banderas celestes y blancas y poco después desplegaron su gigantesca bandera cuando el equipo ingresó. Los de Oriente no se quisieron quedar atrás y una gran cantidad de papelitos y tiras cayeron desde la tribuna cuando el equipo pisó la cancha. El aliento fue incesante.
La celebración de los goles fue emotivo. El gol de Aguirre no solo permitió que el cielo brillara con juegos artificales, sino que hubo cánticos sin parar, aumentando la euforia con el gol de Mojica. Los celestes esperaron pacientes y el arsenal que tenían guardado salió a relucir con el descuento de Boyero y con el empate de Sacripanti. Este último gol hizo que el frío quedara de lado.

Clásicas desde el Tahuichi
Sin tablero. En Santa Cruz, pese a ser una plaza fuerte del fútbol nacional, no hay tableros para hacer los cambios. Ayer, las sustituciones de Vejarano y Vazzoler se hicieron a los gritos, algo pocas veces visto.

Recurrente. El puntero o ‘láser’ que incomoda a los jugadores, parece un tema de nunca acabar. El árbitro Peter Guerrero tuvo que convocar a los capitanes para que le pidan a sus hinchas que se detengan.

Adición. Pese a que hubo cinco cambios, el árbitro Peter Guerrero solo adicionó un minuto. Esta situación provocó la molestia de los jugadores de Oriente, que se le avalanzaron al juez tras el final.

¿Fue ‘gallinita’? El festejo de Marcelo Aguirre, tras convertir el primer gol, pudo ser interpretado de otra manera por el árbitro. Dio la impresión que aleteó aunque Peter Guerrero no lo interpretó así.


fuente : www.eldeber.com.bo

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